La gente siempre quiere saber cuales son las claves de éxito.
Las buscan una y otra vez.
Y cada vez que les llega un email que les promete la clave definitiva lo abren pensando que van a encontrar algo diferente para luego acabar diciendo.
“Lo mismo que todos, me dice algo que ya se”.
Así que si vas a contarles algo que ya saben al menos ten la decencia de contarselo de forma diferente.
Por ejemplo, yo en este post te quiero contar el secreto del éxito.
Pero no te lo voy a contar yo.
La clave del éxito te la va a contar un jugador mediocre que consiguió ser el mejor del mundo en el tenis.
No.
NO te voy a hablar de Rafa Nadal.
Rafa es, ha sido y será muy bueno, y no creo que haya sido mediocre jamás.
Sin embargo hubo un jugador que aunque fue seleccionado como futura promesa del tenis siendo muy joven se veía superado por los otros muchachos.
Se sentía tan inferior que solía jugar contra las mejores chicas porque eran contrincantes más apropiadas para él que aquellos que tenían un talento natural.
Un día, siendo ya campeón quisieron entrevistarlo, y el periodista quiso sacarle de su zona de confort.
Cuando le preguntó que pasó con todos aquellos chavales contra los que le daba miedo competir, el campeón dijo:
“Nunca llegaron a triunfar, a pesar de su talento, no tenían lo necesario”.
“¿Qué es lo necesario?”, le preguntó el periodista.
“Necesitas tres cosas, tienes que desearlo lo suficiente, al margen del talento que tengas debes ser disciplinado para alimentar y desarrollar ese talento, y también saber cuando renunciar a muchas cosas que parecen atractivas y tener claras tus prioridades”.
“No parece tan difícil”.
“Lo difícil viene después, porque tienes que ser humilde para reconocer cuando te equivoques, aceptar los consejos y probar otras posibilidades que no te hagan gracia. A mi no me gustaba jugar contra chicas, pero eso me permitió mejorar mi tenis hasta llegar a donde estoy ahora. Si no hubiera sido humilde jamás lo habría logrado. Estos tres son los pilares de mi éxito”.
Recapitulemos:
Desearlo.
Disciplina.
Humildad.
Yo añadiría estar abierto a probar cosas que se salen de la norma, sobre todo cuando el que te está aconsejando es un experto en el tema.
Al final el éxito siempre se mide.
Hoy no promociono ninguno de mis servicios, solo quería contarte algo que te han contado muchas veces pero con una historia diferente.
¿Y tú? ¿Crees que hay algo más necesario para tener éxito?
Nos leemos.
Abrazako.
samu.
P.D.: El tenista era Boris Becker y puede que la conversación no fuera al 100% exactamente como la he transcrito porque yo no entiendo su idioma y me la han contado. Pero a mi me sirve para explicarte que para tener éxito hay que ser humilde. Y ya.
P.D.2: El Lunes acabó la venta del módulo de LinkedIn. Ya estoy preparando todo lo que en septiembre te vas a llevar por muy poco (74,97€). Estos días estoy de vacaciones, así que me verás poco por redes, pero no te preocupes, vuelvo el 16 con las pilas cargadas.