La historia de tu comunicación estratégica.

Aquí comienza la historia de la comunicación de tu marca.

Quizás esperabas que tras haberte prometido una web diferente mis primeras palabras fueran algo más.

Algún «supertruco» de gurú.

Un poco de humo.

Otro poco de SEO.

Para mí es básico que te encuentres a gusto, porque vamos a hablar de comunicación estratégica.

Y esto es serio.

Aquí no hay humo, ni trucos.

Y si me apuras, casi ni SEO (el SEO importa, pero importa más qué dices).

Estamos tú y yo, nadie más.

Es lo bueno de que me leas desde el móvil.

O desde tu PC.

Te diré por qué no vas a encontrar nada de eso.

Porque no quiero que te vayas de mi web hasta que estés listo.

Esta web no tiene nada que ver con ninguna otra web que hayas visto o visitado antes.

No te voy a hablar de mi.

Aquí el protagonista eres tú.

Tú y tu estrategia de comunicación.

Y para definir en qué punto te encuentras me gustaría llevarte a un viaje.

Un viaje del que no vas a querer salir.

Pero del que quizás debas salir si no eres un posible cliente.

Así no pierdes tiempo tú.

Ni lo pierdo yo.

Pero tranquilo, te darás cuenta enseguida, tú solo, si llega ese momento (y si no te das cuenta, tranquilo también, la web se encarga de llevarte a la salida).

Para eso te contaré algunas historias.

No te voy a contar esa milonga de que el tiempo es valioso.

Cada uno decide qué es valioso.

Y en qué gasta su tiempo.

Lo que si te garantizo es que aquí no vas a perder el tiempo.

Como poco te vas a divertir un rato, y con un poco de suerte aprenderás mucho.

Esta web te da dos opciones.

Puedes recorrer casi toda mi web y sus historias en unos 20 minutos.

O puedes irte y volver donde lo dejaste más tarde.

Pero siempre serás tú quien decida hasta dónde llegar.

Todo muy sencillo, ¿verdad?

Solo hay una norma para llegar hasta el final de este viaje.

Debes ser brutalmente honesto al elegir.

Aunque te llame mucho la atención una opción, escoge tu camino con honradez.

El resultado merece la pena.

Para ambos.

Ahora.

Dime una cosa.

¿Eres más de números o de letras?